Los estados no tienen amigos, ¡solo tienen intereses! Esta frase, tomada por el general De Gaulle de Lord Palmerston, primer ministro británico durante el reinado de la reina Victoria, pocas veces ha parecido más apropiada que para describir las relaciones entre Estados Unidos y su "aliado". Turco. En una visita cerca de la frontera siria, el embajador estadounidense en Turquía, David Satterfield, declaró que Estados Unidos estaba estudiando la posibilidad de vender sistemas antiaéreos Patriot en Ankara para garantizar y fortalecer las capacidades de defensa en su frontera sur, en particular con respecto a la aviación siria y rusa, si procede. Si tal contrato se firmara, marcaría un enésimo cambio por parte del presidente turco RT Erdogan en sus relaciones con Washington y Moscú, dentro de unos pocos años.
En 2013, tras la negativa de la administración Obama de vender los sistemas Patriot modernos a las fuerzas turcas, Ankara se dirigió a China y firmó un pedido de 3 millones de dólares para los sistemas FD2000, el equivalente chino de S-300V. La presión de la OTAN finalmente llevó a las autoridades turcas a cancelar este contrato, pero luego del intento de golpe de 2016 y la renovada desconfianza del presidente Erdogan hacia el contrato. Desde Estados Unidos, sospechoso de estar detrás de esta iniciativa, Ankara recurrió a un proveedor inesperado, Moscú, para adquirir baterías de sistemas S-400.
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