Si los ojos de Europa están en las estadísticas italianas, es porque la península fue el primer país del continente más afectado por el coronavirus, seguido de cerca por España y Francia, según estadísticas del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC). Su sistema de salud, afectado por diez años de falta de inversión, se vio saturado en la primera semana de un fuerte aumento de contagios (entre el 7 y el 11 de marzo, el número de casos identificados se duplicó según los datos del Ministerio de Salud italiano), que revela la falta de personal, camas, unidades de cuidados intensivos, así como materiales esenciales como respiradores artificiales, máscaras, guantes y otras formas de protección contra la propagación del virus.
Desde el inicio de esta crisis en Italia, el ministro de Defensa italiano, Lorenzo Guerini, puso a disposición personal y equipamiento de las tres fuerzas armadas para apoyar los esfuerzos sanitarios en las zonas más afectadas del norte del país. Pero es especialmente desde el inicio del encierro cuando se produjo un aumento en el despliegue del ejército italiano. Coordinado por el Comando Operativo di vertice Interforze - COI, el Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada son hoy pilares en la lucha de Italia contra la infección. .
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