Entre las primeras decisiones tomadas por el nuevo presidente estadounidense Joe Biden después de su toma de posesión, la extensión de 5 años del tratado sobre la limitación de armas nucleares estratégicas entre Estados Unidos y Rusia ha sido sin duda la más esperada por la comunidad de defensa internacional. Su predecesor, Donald Trump, se negó a aceptar la propuesta de Moscú en este sentido durante varios meses, cuando el acuerdo llegó a su fin, y esto en la línea recta de la política que había seguido en los últimos años, al retirar a los Estados Unidos del Tratado INF sobre Armas Nucleares de Medio Alcance, así como del Clear Sky tratado solo unos días antes de salir de la Casa Blanca.
Sin embargo, la decisión de Joe Biden de extender el nuevo tratado START por 5 años, y comenzar negociaciones con Moscú, y quizás con otros, para que surja un nuevo acuerdo al final de este período, no significa que Estados Unidos y Rusia estén avanzando hacia una cierta forma de apaciguamiento, al contrario. De hecho, duranteuna entrevista telefónica entre Joe Biden y su homólogo ruso Vladimir PutinEl martes 26 de enero, el presidente estadounidense planteó claramente los muchos temas por los que Estados Unidos lamentaba a Rusia, estableciendo el tono para los próximos 4 años para las relaciones ruso-estadounidenses.
Queda por leer el 75% de este artículo,
¡Suscríbete para acceder a él!
En las Suscripciones clásicas proporcionar acceso a
artículos en su versión completa, y sin publicidad,
desde 6,90 €.
Suscripción al boletín
Regístrese para el Boletín de metadefensa para recibir el
últimos artículos de moda diario o semanal