En un comunicado con motivo de la inauguración de la conferencia técnica anual con los jefes de estado mayor del ejército, el ministro de Defensa ruso, Sergei Choïgou, dijo que, ahora, los bombarderos rusos son capaces de lanzar bombas suaves con una "precisión de 10 a 15 m", es decir, la precisión media de las bombas guiadas por GPS utilizadas en los ejércitos occidentales, como el JDAM estadounidense o el A2SM francés (en versión GPS). Agregó que esta precisión se logró utilizando nuevos sistemas de avistamiento, y se demostró durante la intervención en Siria.
Podemos legítimamente preguntarnos por la veracidad de las declaraciones del ministro, sobre todo cuando vimos los primeros videos de los bombardeos rusos en Siria, que cuestionaron por su falta de precisión. Además, esta declaración contradice otras declaraciones anteriores, argumentando que la fuerza aérea rusa necesita aumentar rápidamente sus capacidades con respecto a municiones aéreas guiadas, misiles y bombas.
Entonces, ¿es esto una nueva exageración de la que las autoridades rusas están acostumbradas? La realidad es, como suele ocurrir, un poco más complicada.
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