Economía de La Défense: ¡tomemos los valores de referencia correctos!

- Publicidad -

En un artículo de “La Croix” sobre el papel estratégico de La Défense en la economía del país, dos ponentes, Yannick Quéau y Paul Sarfati, se toman como referencia para plantear “verdades” que no son verdades, pero que dejarán huella. .

El primero sostiene que la industria de Defensa, la BITD, sólo emplearía “120.000” puestos de trabajo directos e indirectos en Francia, una cifra muy fantasiosa. De hecho, el BITD genera una facturación media anual de 20 mil millones de euros, desglosados ​​en 7 mil millones de euros para programas con efectos importantes, 8 mil millones de euros para exportaciones y 5 mil millones de euros entre I+D y MCO. Si el empleo directo representara sólo 100.000 puestos de trabajo en Francia, la productividad de la industria de Defensa sería dos veces y media superior a la de la industria francesa, incluida la aeronáutica. En efecto, la industria francesa despliega una productividad de 85.000 euros al año, mientras que en el caso citado, sería de 200.000 euros al año….

Además, la proporción entre empleos directos e indirectos también está en gran medida subestimada. De hecho, la nómina representa alrededor del 50% del gasto de BITD, con 10 puestos de trabajo por cada millón de euros invertido. Los 500 millones restantes se destinan a financiar impuestos, dividendos y, especialmente, subcontratación, por un importe de 350.000 euros. Por lo tanto, esta subcontratación genera, teniendo en cuenta el coste medio por mano de obra en Francia, 5 puestos de trabajo directos, luego 2,5 puestos de subcontratación secundaria, 1,5 puestos de subcontratación terciaria, etc. Por tanto, se crean 9 puestos de trabajo indirectos por cada millón de euros invertidos en el BITD. Sorprendentemente, esta cifra corresponde a las conclusiones de varios estudios de campo en las zonas laborales de Bourges, Lorient-Brest y Toulon. Finalmente, los empleos creados, ya sean directos o indirectos, crearon empleos inducidos, vinculados al consumo, representando, con base en hallazgos de campo, 8 empleos de los 19 empleos industriales generados. Este valor también es consistente con la inyección a la economía local del 30% de la nómina distribuida, tomando en cuenta un efecto umbral del 50%. Además de estos 27 empleos generados por la inversión estatal, hay empleos vinculados a las exportaciones, es decir, 15 empleos adicionales sobre la base de 8 mil millones de euros de exportaciones para 12 mil millones de euros a nivel local, incluidos 6 en el BITD, 5 subempleo -contratación, y 4 puestos de trabajo inducidos, para un total de 42 puestos de trabajo por cada m€ invertido observado.

- Publicidad -

El segundo punto se refiere a una comparación igualmente arriesgada entre “1 euro invertido en educación y 1 euro invertido en armamento”. Las conclusiones según las cuales 1 euro invertido en educación generaría más empleo que en la industria de Defensa son muy cuestionables. De todos modos, no es que sea falso. De hecho, con un presupuesto de 50 millones de euros, la Educación Nacional emplea a 1 millón de personas, incluidos 837.000 profesores, generando 400.000 puestos de trabajo inducidos y 100.000 puestos de trabajo de subcontratación inducidos según las mismas tablas de cálculo. De hecho, el Ministerio de Educación Nacional aporta un ecosistema de 1,5 millones de puestos de trabajo, por 50 millones de euros, mientras que el Ministerio de Defensa genera un ecosistema de 850.000 puestos de trabajo por 35 millones de euros; es decir, 33 empleos por millón de euros en la educación nacional, y 27 para el Ministerio de las Fuerzas Armadas.

Donde la manifestación es más criticable es en la oposición entre dos inversiones. En efecto, con 27 puestos de trabajo por cada millón de euros invertido, el Ministerio de Defensa aporta 1,1 millones de euros al presupuesto del Estado, teniendo en cuenta las cotizaciones sociales que pagan estos empleos, el 70% de los cuales son privados, y 1,45 millones de euros si tenemos en cuenta en cuenta los ahorros realizados en concepto de prestaciones por desempleo. Por el contrario, los 33 puestos de trabajo generados por la educación sólo aportan, con sólo un 35% de empleos privados, 700 euros en ingresos y cargas (las cotizaciones y los impuestos son mucho más bajos en la educación nacional que en la industria de Defensa), aumentando a 900 euros teniendo en cuenta en cuenta los efectos sobre el desempleo.

De hecho, mientras que la comparación por el número de puestos de trabajo creados pretende mostrar una mayor relevancia de la inversión en educación nacional que en La Défense, la extensión de esta demostración al presupuesto del Estado invierte el proceso e incluso muestra que la inversión en la industria de Defensa genera muchos más ingresos y ahorro presupuestario de lo que cuesta, hasta el punto de poder compensar, en gran parte, los costes de la nómina militar para obtener un presupuesto global que equilibre los ingresos presupuestarios y los gastos estatales para el Ministerio de Defensa, algo que el El Ministerio de Educación Nacional estaría en apuros para hacer...

- Publicidad -

Pero lo que resulta ridículo es sobre todo la comparación de estas dos partidas presupuestarias. La Educación Nacional es una partida presupuestaria tan esencial como la de La Défense para garantizar la sostenibilidad del Estado. Por lo tanto, oponerse a los dos gastos equivale a negar la necesidad de uno frente al otro, lo que, dadas las realidades geopolíticas y económicas modernas, no sólo sería peligroso, sino también contraproducente. Además, tan pronto como el presupuesto del ejército logra alcanzar un nivel de equilibrio entre gastos e ingresos, dentro del ámbito presupuestario establecido para el Estado, no hay razón para reducirlo, o incluso para no aumentarlo proporcionalmente a las necesidades del ejército. los ejércitos, ya que se neutraliza el efecto de desplazamiento, es decir, la reducción de los créditos de uno para abastecer los del otro.

Es decir, estas comparaciones, y los valores anunciados, no son el resultado de un análisis objetivo, sino de un trabajo destinado a sustentar un discurso determinado. ¡Y esto ciertamente no es lo que el país, ni Europa, necesita hoy!

- Publicidad -

Para ir más lejos

REDES SOCIALES

Últimas Noticias