No hay duda de que la industria de defensa turca ha hecho un progreso deslumbrante en los últimos 15 años, colocando al país a tiro de piedra de la autonomía estratégica, además de desempeñar un papel ahora muy importante en el armamento internacional. Si bien algunos programas se han visto retrasados o obstaculizados por las sanciones occidentales tras la intervención militar en el norte de Siria contra las fuerzas kurdas que luchan contra el Estado Islámico, como en el área de los helicópteros, otros han impulsado al país a la vanguardia de las habilidades tecnológicas en sus respectivos campos, como por ejemplo en el campo de los drones de combate o de los barcos militares.
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