Durante la Guerra Fría, los dos campos soviético y de la OTAN tenían, además de su artillería de 105, 122, 152 y 155 mm, piezas más pesadas de 203 mm u 8 pulgadas en su inventario. Así, los 2S7 Pion soviéticos, al igual que los M110 estadounidenses, servían para destruir bastiones y búnkeres enemigos, pero también ambos disponían de proyectiles nucleares tácticos, como el proyectil estadounidense M422A1 que llevaba una carga nuclear W33 de 5 o 10 kilotones, o el proyectil soviético 3BV2 Concha Kleschevina. Sin embargo, rápidamente se hizo evidente para ambas partes que el uso de este tipo de sistema para fuego nuclear, incluso táctico, tenía muchas desventajas operativas. Para Estados Unidos, las dificultades encontradas con la implementación del M110 lo llevaron a retirarlo del servicio en 1994, mientras que el 2S7, en su versión modificada 2S7M Malka, continúa sirviendo dentro de los ejércitos rusos y varias otras fuerzas armadas, incluidas los ucranianos.
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