En mayo pasado, la agencia de investigación y desarrollo del Pentágono, DARPA, anunció el lanzamiento de un programa para diseñar un nuevo avión de transporte estratégico, basado en el concepto Ekranoplan. Estos dispositivos anfibios aprovechan el efecto suelo, es decir, la sobrepresión que se crea entre el ala y el suelo cuando una aeronave vuela a muy baja altura, para aumentar su sustentación, lo que les permite transportar cargas muy importantes a gran velocidad, mientras consume menos combustible. Aunque el concepto se había estudiado en las décadas de 60 y 70, particularmente en la Unión Soviética, para diseñar aviones de ataque naval de largo alcance, las tecnologías disponibles en ese momento no eran adecuadas para convertirlo en un avión militar verdaderamente operativo. Ahora es diferente, según DARPA, que pretende utilizar este principio no para diseñar aviones que lleven misiles antibuque, sino para transportar grandes cargas logísticas a distancias muy largas y lo más rápido posible.
De hecho, mientras las tensiones con China continúan creciendo, los ejércitos estadounidenses anticipan cada vez más un escenario comparable a la Guerra del Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial, lo que obliga a las fuerzas estadounidenses a desplegarse en un área muy grande, estirando considerablemente sus líneas logísticas, de modo que para evitar que Beijing extienda su propio perímetro de defensa, particularmente en el sur del Océano Pacífico. Además, los ejércitos estadounidenses, que son más compactos, ahora se basan en la doctrina de Mando y Control Conjunto de Todos los Dominios, que supone una gran movilidad de las fuerzas y, por lo tanto, un flujo logístico aún más ajustado. Sin embargo, el transporte estratégico tradicional, basado en buques capaces de transportar cargas muy voluminosas pero que son lentas, vulnerables y que requieren de infraestructuras portuarias adecuadas, y en el transporte aéreo estratégico, muy rápido pero con capacidad de transporte limitada, y además dependiente de infraestructuras, no satisface esta necesidad en evolución.
Aquí es donde entra el programa Liberty Lifter, llamado así en referencia al programa de cargueros Liberty Ships de la Segunda Guerra Mundial que desempeñó un papel determinante en la victoria aliada tanto en Europa como en el Pacífico. Apoyándose en Ekranoplanes que no requieren de ninguna infraestructura particular para la carga y descarga, salvo playa y suficiente extensión de agua (que no falta en el Pacífico), y capaces de transportar cargas muy superiores a las de cualquier avión de transporte estratégico. a velocidades similares del orden de los 600 km/h, la Agencia Americana de I+D pretende dar a las fuerzas americanas una ventaja decisiva en este probable enfrentamiento. Tras una convocatoria de propuestas, un procedimiento clásico para DARPA, es el especialista en drones de combate General Atomics, en el origen de los famosos Predator y Reaper en particular, el que acaba de ser seleccionado por la agencia estadounidense, para la realización de un demostrador tecnológico, con un modesto presupuesto general de $ 8 millones.
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