En 2016, tras un concurso internacional, las autoridades tailandesas eligieron el submarino chino S-26T, derivado de la clase Yuan Tipo 039A, para constituir la fuerza de submarinos del país, de la que hasta ahora carece la poderosa Royal Thai Navy. Además del desempeño satisfactorio y la propulsión anaeróbica confiable, la oferta china se basó en una ventaja considerable, un precio unitario de solo $ 460 millones, la mitad que sus competidores con las ofertas más altas. Sin embargo, en su propuesta Pekín había incluido equipos europeos, en particular turbinas alemanas construidas por MTU, sin haber tomado la precaución de solicitar autorización previa al fabricante de motores alemán sobre este tema.
Si bien los medios de comunicación informaron ampliamente sobre el primer corte de chapa en 2019, y Bangkok anunció simultáneamente el pedido de 2 barcos adicionales y un barco de asalto Tipo 071E de Beijing, la situación con MTU no se resolvió, y sin el parón productivo consecutivo de la crisis del Covid, es probable que el punto muerto que golpea hoy a este contrato hubiera aparecido antes. En efecto, el fabricante de motores alemán se negó a aceptar el pedido chino para equipar los submarinos tailandeses, provocando retrasos adicionales de al menos un año en la entrega del primer sumergible a la Marina tailandesa, que no debería intervenir ahora antes de 2024, y esto en el mejor caso.
Para abordar este problema y no correr el riesgo de que Bangkok recurra a otro proveedor de servicios, Pekín acaba de ofrecer a las autoridades tailandesas su ofrecer dos submarinos de clase Song Tipo 039 como solución de reserva, con el fin de permitir que la Armada tailandesa desarrolle habilidades mientras espera la entrega de los barcos pedidos. La Armada china tiene 13 de estos submarinos que entraron en servicio entre 1998 y finales de la década de 2000, siendo los Song los predecesores de los Yuan que hoy forman la columna vertebral de la flota de submarinos chinos. Aunque desprovistos de propulsión anaeróbica, los Song siguen siendo barcos perfectamente capaces y representan la primera generación de submarinos modernos diseñados en China, lo que permite a la Marina tailandesa implementar en un plazo relativamente corto una primera capacidad submarina en un teatro en auge en este campo.
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