Las audiencias de las comisiones del Senado y de la Cámara de Representantes en los Estados Unidos son, muy a menudo, la ocasión para conocer cierta información crucial sobre el desarrollo de los programas actuales. Pero este año, parece que el programa insignia de la década de 2010, el F35, está bajo un flujo continuo de críticas y dudas, hasta el punto de que se llega a cuestionar la propia sostenibilidad del programa a corto o medio plazo. El último anuncio impactante provino de Raymond O'Toole Jr, director interino de pruebas y evaluaciones operativas del Pentágono, cuando se le preguntó sobre la nueva versión del dispositivo de Lockheed-Martin, denominado Bloque 4, y que debe permitir que la aeronave alcance un primer nivel de pleno potencial operativo.
Sin embargo, según Raymond O'Toole Jr, la tarea es mucho más difícil y compleja de lo previsto. De hecho, si el programa planea implementar cada semestre una nueva versión del paquete de software que alimenta e implementa todos los sistemas F35, cada nueva versión viene con una gran cantidad de problemas, hasta el punto de inestabilizar todo el sistema y alterar el correcto funcionamiento de los sistemas existentes. El problema es tan grave que, a partir de ahora, el Pentágono duda de poder validar los sistemas en el cronograma deseado, y pide que la periodicidad actual se duplique simplemente, para permitir la corrección de los errores y asegurar el correcto funcionamiento. De cada una de las versiones iterativas antes de aplicarlas a los dispositivos desplegados como una unidad.
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