Entre la sanción de Ankara por Washington y la Unión Europea A principios de los años, y la retirada de la autorización de exportación de motores Rotax decidida por la canadiense Bombardier, la industria aeronáutica turca parecía en muy mala situación, y esto sobre todo porque debe cumplir los plazos de entrega ya ajustados, tanto vis- à-vis las fuerzas armadas nacionales y exportación. E incluso si aparentemente las autoridades turcas parecen querer aliviar las tensiones con Washington y Bruselas, persisten muchos temas de fuerte tensión, en Irak por ejemplo.
Sin embargo, es muy posible que los fabricantes turcos hayan encontrado una solución en el campo de los motores de avión. No volviéndose hacia Rusia, como se había discutido por un momento, probablemente más por desafío a Washington que por conveniencia. Tampoco, además, por una solución nacional que salió de no sabemos dónde y presentada como producto de la excelencia de la ingeniería turca, ya que la comunicación estatal de Ankara ha intentado varias veces hacer creer. Pero vis-à-vis Ucrania, cuya industria aeronáutica ahora está buscando salidas para mantenerse. De hecho, fotos recientes publicadas en Twitter muestran 3 drones Akinci ensamblados y obviamente equipados con 2 motores turbohélice AI-450C del Progress ucraniano Ivchenko. Filial de Motor Sich.
Queda por leer el 75% de este artículo,
¡Suscríbete para acceder a él!
En las Suscripciones clásicas proporcionar acceso a
artículos en su versión completa, y sin publicidad,
desde 6,90 €.
Suscripción al boletín
Regístrese para el Boletín de metadefensa para recibir el
últimos artículos de moda diario o semanal