En los últimos meses, la estrategia de adquisición y comunicación de Indonesia en materia de programas de defensa se ha percibido de manera, cuanto menos, caótica. De hecho, el país, que hoy cuenta con una flota de unos quince cazas rusos Su-27 y Su-30, una treintena de F-16 estadounidenses y unos cuarenta FA-50 ligeros surcoreanos y británicos Hawk, ha entablado negociaciones totales para modernizar este último: aquí 11 Su-35 con Moscú, allí 15 Eurofighter Typhoon de segunda mano de Austria, F16 o F35 de Estados Unidos, y recientemente 36 o 48 Rafale cerca de Francia.
Estos anuncios eran tanto más incomprensibles cuanto que a menudo iban acompañados de un cierto deseo por parte de Yakarta de ir al final de las negociaciones y de ordenar realmente los dispositivos, al menos así fue el discurso de los funcionarios indonesios. . Por lo tanto, se temía que todas estas negociaciones no tuvieran otro propósito que presionar a Washington para obtener la autorización para adquirir F-35, que la fuerza aérea indonesia consideraba imprescindible para hacer frente al poder militar. chino en ascenso. Además, algunos anuncios de Yakarta parecían contradictorios, como el anuncio del mantenimiento de la orden de Su-35 mientras deseaba adquirir F16V y especialmente los F35, o la negociación sobre Typhoon austriacos de segunda mano, mientras se avanza visiblemente a gran velocidad con París en el tema de Rafale.
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