Pocos días después de que el Ministerio de las Fuerzas Armadas reconociera la dependencia crítica de Francia en términos de transporte aéreo estratégico, la ministra Florence Parly preguntó a la Dirección General de Armamento (DGA) para estudiar una solución alternativa. Lo que da una perspectiva muy positiva a las capacidades de proyección de las fuerzas armadas francesas.
En términos de transporte aéreo estratégico "sobredimensionado" (avión muy grande), Francia depende del Contrato SALIS de la OTAN o de contratos privados a través del agente ICS. Estos contratos tienen la característica de depender de los mismos proveedores rusos o ucranianos. El núcleo de la capacidad proporcionada es el avión Antonov 124, capaz de transportar alrededor de 80 a 120 toneladas de carga en 8400 y 4800 km respectivamente. Estos aviones, además de ser cada vez más raros, ya no se producen hoy en día, por lo que la flota de transporte estratégico francés está amenazada con obsolescencia (30 años de edad promedio por avión) o desgaste corto plazo. Una situación que obliga a las autoridades públicas francesas a movilizarse para anticipar una posible crisis.
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