Tras un largo proyecto de mantenimiento y modernización de 16 meses, el portaaviones italiano Cavour finalmente regresó al mar el 6 de mayo. Novedad principal de esta modernización: el portaaviones ahora es compatible con el avión de combate Lockheed Martin F-35B.
El único problema para Marina Militare, el aumento en el precio del F-35 obligó a Roma a reducir su dotación en nuevos aviones de combate furtivos. De los 131 aviones planeados para 2008, solo se deben ordenar 90. Y solo se reservarán 15 F-35B para Marina Militare, en comparación con los 22 planeados originalmente. Esta caída de capacidad es una gran pregunta para la clase política italiana y los medios de comunicación, pero también la prensa internacional, y despierta ciertas tensiones latentes entre Marina Militare y Aeronautica Militare, la Fuerza Aérea Italiana.
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