La prensa alemana reveló recientemente que Berlín ha estado buscando consolidar su industria naval para crear un solo campeón nacional capaz de competir con el grupo naval francés, el italiano Fincantieri e incluso el español Navantia. Esta fusión, que desde entonces ha sido confirmada por los fabricantes alemanes, parece ser una reacción a la adjudicación del contrato de desarrollo de las fragatas MKS-180 a la compañía holandesa Damen en enero pasado.
Por el momento, la fusión mencionada en Alemania afectaría a tres empresas. Lógicamente, encontraríamos a ThyssenKrupp Marine Systems (TKMS), un gigante alemán en la construcción de barcos militares y submarinos con base en Hamburgo. El acuerdo que se está negociando actualmente también incluye el astillero alemán Naval Yards Kiel (GNYK), ya muy cercano a TKMS, y que actualmente pertenece al holding Privinvest. Irónicamente, se observará que GNYK fue propiedad de TKMS hasta 2011, cuando el astillero fue vendido a Privinvest. Finalmente, la empresa Lürssen con sede en Bremen también se ve afectada por esta fusión. Si Lürssen se especializa principalmente en la realización de yates de lujo, la empresa mantiene una notable actividad militar, y además se asoció con la holandesa Damen para el contrato de producción de las fragatas MKS-180.
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