Más allá de los aspectos de salud, las epidemias son históricamente reconocidas por su impacto económico innegable. Si las contaminaciones en sí ponen a los trabajadores fuera del juego hasta que se curen (en el mejor de los casos), los sistemas de cuarentena más o menos generalizados están ayudando a más empresas a reducir la velocidad o detener temporalmente su actividad. Hoy, en China, el sector de la defensa, por supuesto, no se libra de este fenómeno causado por la reciente epidemia de coronavirus, cuya evolución todavía parece al menos incierta.
La prensa francesa No dejó de informar del cierre de la línea de montaje - civil - de Airbus en Tianjin, cerca de Pekín. Sin embargo, este es solo un caso entre muchos, en todos los sectores de actividad del país: agricultura, industria, servicios. A principios de esta semana, el Global Times of China indicó que muchos fabricantes de defensa estaban implementando medidas para proteger a sus empleados, incluso si eso significaba reducir la actividad o incluso cerrar temporalmente ciertos sitios.
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