Las autoridades japonesas han enviado a Washington una solicitud de informaciĆ³n sobre el estatus de "socio" del programa F35, con el objetivo de intentar unirse a Ć©l, mientras que TurquĆa, uno de los socios de primer nivel del programa, acaba de ser excluida. Con el nuevo pedido de 63 F35A AdemĆ”s de los 42 aviones encargados en 2013 y los 42 F35B destinados a embarcarse en los destructores portaaviones de la clase Izumo, Tokio es hoy el primer cliente exportador del programa y, como tal, desea opinar sobre sus orientaciones en los prĆ³ximos aƱos. venir.
Pero la peticiĆ³n japonesa no es muy favorablemente recibida por Washington. De hecho, muchos actores del programa se presentaron tras la exclusiĆ³n de Ankara, incluidos JapĆ³n e Israel, mientras que las divisiones industriales ya estĆ”n muy tensas entre los socios existentes. Por tanto, es difĆcil satisfacer a los clientes actuales y potenciales, como Finlandia, Singapur o Suiza, que tambiĆ©n exigen una compensaciĆ³n industrial. Sobre todo, Estados Unidos sabe perfectamente que JapĆ³n estĆ” desarrollando su propio programa de aviones de combate de quinta generaciĆ³n, destinado a sustituir a los mĆ”s recientes F5 y F2J durante la prĆ³xima dĆ©cada. Al integrar el estatus de socio, JapĆ³n tendrĆa acceso a tecnologĆas que podrĆan integrarse en su nuevo programa.
Queda por ver si las autoridades americanas podrĆ”n mantener durante mucho tiempo la puerta entreabierta al cliente mĆ”s importante del programa y, ademĆ”s, aliado estratĆ©gico de Estados Unidos para contener el ascenso del poder chino, al menos al menos por un tiempo. Tokio no se contentarĆ” indefinidamente con un estatuto secundario, sobre todo porque hoy se estĆ” creando un cierto desequilibrio entre los socios y clientes del programa de la OTAN, a saber, el Reino Unido, los PaĆses Bajos, Italia, Noruega, Dinamarca, BĆ©lgica y CanadĆ”, que actualmente representan menos de 350 pedidos de aviones en firme y clientes del teatro del PacĆfico, JapĆ³n, Corea del Sur y Australia, que representan casi 250 aviones pedidos, para un Ćŗnico socio, Australia. Sin embargo, las necesidades en estos dos teatros divergen enormemente, particularmente en tĆ©rminos de rango de acciĆ³n, capacidades de ataque naval y, mĆ”s prosaicamente, adversarios potenciales.