Las autoridades de Omán han anunciado su intención de pedir 72 tanques de batalla K2 Black Pantherfabricado por la empresa Hyundaie Rotem Co. Este tanque pesado de 55 toneladas está armado con un cañón de 120 mm, una ametralladora coaxial de 7,62 mm y una ametralladora de 12,7 mm en una torreta operada a distancia. Dispone de armadura compuesta y protecciones activas. El presupuesto anunciado de 880 millones de dólares sitúa al K2 en el medio del rango de precios de los tanques occidentales.
En pocas semanas, este es el tercer pedido de tanques de combate que se anuncia, después del pedido de 250 Altay por parte de Turquía y de 64 T90 por parte de Vietnam.
Después de los años de desgracia que siguieron al final de la Guerra Fría, que han llevado a varios países a abandonar completamente el carro de combate (Canadá, Países Bajos, etc.), vemos que se siguen anunciando pedidos a los grandes malditos fabricantes europeos que han eliminado sus líneas de montaje.
Sin embargo, tendría mucho sentido reanudar la producción de tanques pesados en Europa. En primer lugar, para el propio mercado europeo, que es muy deficitario en este ámbito en comparación con Rusia, que recibe cada año entre 200 y 250 tanques de combate modernizados. Recordemos que británicos y franceses no tienen previsto desplegar más de 200 tanques de combate hasta 2030, y Alemania 350. Por otro lado, el mercado de exportación tiene hoy una gran demanda para la renovación de sus tanques de combate. Muchos países todavía tienen tanques de generaciones más antiguas, como el T64 ruso, el M60 estadounidense, el Leopard Tanto los alemanes como los franceses AMX 30 desean sustituirlos por tanques más modernos, capaces de sobrevivir en el entorno operativo actual.
Por tanto, si hay un tanque pesado que ha demostrado capacidades y prestaciones notables, ese es el francés Leclerc. Constituyendo la punta de lanza de la ofensiva emiratí contra las fuerzas hutíes en Yemen, el Leclerc mostró excelentes cualidades en combate, donde el saudita M1A2 Abrams y el turco Leopard II sufrieron pérdidas notables.
Por lo tanto, se puede pensar que si el tanque francés en su versión modernizada volviera a ofrecerse en el mercado de exportación, el aura creada en Yemen probablemente alentaría a los clientes potenciales a considerar con interés la oferta francesa. Una forma para que las fuerzas francesas refuercen sus capacidades de combate pesado sin afectar el esfuerzo presupuestario del actual LPM.